domingo, 29 de mayo de 2011

MONUMENTO AL HOLOCAUSTO

MONUMENTO AL HOLOCAUSTO
ARQUITECTO: Peter Eisenman
LUGAR: Alemania, Berlín
FECHA: 1996

Después de 17 años de debates sobre como debía recordar Alemania el capítulo más oscuro de su historia, finalmente se construyó en Berlín un monumento dedicado a los 6 millones de judíos exterminados en el Holocausto.

El diseño del arquitecto norteamericano Peter Eisenman resultó ganador entre los 553 proyectos presentados durante los concursos de 1995 y 1998. Se trata de un símbolo de la buena voluntad de Alemania para enfrentarse a su terrible pasado, un monumento para todo el pueblo alemán.

Otra propuesta para esta obra, se trataba de una plancha de 19000 m2 de cemento en el lugar, con los nombres de todas las víctimas del Holocausto. Este proyecto fue rechazado por el ex canciller Helmut Kohl, que respaldó la propuesta de Eisenman, con la modificación de la construcción del museo o punto de información subterráneo diseñado por Dagmar von Wilcken. Allí se encuentran los nombres de todas las víctimas judías conocidas del Holocausto, datos obtenidos del museo israelí Yad Vashem.

El monumento está construido en un extenso terreno en el centro histórico de la ciudad de Berlín, a pocos metros de la Puerta de Brandeburgo y el bunker de Hitler, frente al Tiergarten. Se ubica sobre la calle Ebertstrabe, entre la estación Potsdamer Platz y el edificio del Reichstag.

Se trata de un gran espacio formado por bloques de cemento, a modo de cementerio o laberinto. Una densa trama entre la que los visitantes pueden caminar en soledad.

La intención fue crear un “mar” de cemento en el cual no existe una entrada principal, y tampoco un punto de salida o de llegada. Desde una cierta distancia, el sitio parece oscuro y compacto, como una gran masa. Al comenzar a caminar en el interior, los bloques de cemento se vuelven más imponentes, vistos desde diferentes ángulos, y comienza a perderse el ruido de la calle. El interior es irregular, con el terreno en pendiente, intentando recordar la desorientación de las víctimas del Holocausto.

Todos los elementos en esta composición están ordenados y geométricamente predispuestos. Al mismo tiempo, el cemento, su color y la asepticidad de la materia crean un sentimiento de vacío.

El laberíntico espacio está formado por 2711 bloques paralelepípedos de alturas variables, desde 20 cm hasta 4'70 m. Los bloques alineados están dispuestos en un gran perímetro de forma ortogonal, sobre una base de terreno ondulado y a una distancia de 95 cm entre sí, de modo que solo deje pasar a una persona a la vez. Cada bloque tiene un tamaño de 2'38 x 0'95 m.

Si bien desde el exterior los bloques parecen perfectamente alineados, al ingresar se descubre que están levemente inclinados, tanto en sentido vertical como horizontal.

El espacio subterráneo del monumento alberga los espacios dedicados a la documentación histórica con un recorrido articulado en cuatro salas, donde los visitantes pueden obtener información del sitio.

Una sustancia anti graffiti recubre todo el monumento.